23-8-06 "comerse a los compañeros de trabajo"

uenos días a todos y a todas. Comerse a los compañeros de trabajo... eso está muy feo, aunque sean mascotas. No se debe uno comer a los compañeros de trabajo, ni encebollados, ni con arroz, ni en pepitoria... que no, que está muy feo eso, por mucha hambre que tenga uno...
Todo esto viene al caso de que el otro día uno de los guardas de seguridad de aquí de la radio, me miró socarronamente y me pregunto “¿cuándo nos comemos a kiriko?” claro, se pueden imaginar ustedes el sofocón que me llevé... cuándo le miro y le pregunto “estás de coña ¿no?” y me mira muy serio y me dice “no, es en serio, que cuándo nos comemos a kiriko, que me ha preguntado un amigo que también trabaja de guarda de seguridad en otro sitio que si nos comeremos a kiriko antes de que lleguen las navidades”... en fin, para qué me dijo más, qué disgusto... tienes aquí una mascota de lo más salá, con lo majo que es kiriko y lo bien que canta y lo elegante a la par que discreto que es el pobre... y hale, resulta que en lugar de simpatía, ternura, optimismo o buen rollo, lo que inspira el pobre es hambre... o apetito... o gula... y sólo piensan en zampárselo... qué sofocón, madre, qué sofocón...
En fin, que desde aquí, kiriko y un servidor afirmamos con toda contundencia que NO SE PUEDE UNO COMER A LOS COMPAÑEROS DE TRABAJO... que eso está muy feo, pero vamos, ni comérselos ni pegarles lametones por los pasillos, que tampoco está bien eso, por muy apetecibles que sean... no sean ustedes antropófagos, hombre.... ni antropófagos ni gallinófagos, que eso está muy feo
Y ahora que les hemos dado el consejo de hoy, sean bienvenidos a un día más, una mañana más de radio... sean ustedes bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO