18-12-06 Fiestas de empresa

Buenos días a todos y a todas. Sí, todos tenemos secretos inconfesables sobre hechos más o menos sonrojantes acaecidos en la fiesta de empresa. Y es que las fiestas de empresa son fiestas trampa, siempre. Llega uno todo atusadito, dispuesto a pasarlo razonablemente bien, siendo más o menos discreto y al final todo el mundo termina pasando el fin de semana pensando “verás cuándo llegue el lunes, todo el mundo mirandome y con esas sonrisillas en plan: mira, mira, este es el que... tal y cual”.

Pues sí, lo confieso, el viernes pasado, en la fiesta de empresa... bailé una canción de RUMBA TRES... aaaaaaaaaargh, qué sonrojo, qué vergüenza, qué metedura de pata, qué horror, qué espanto... Y sería fácil echarle la culpa al alcohol, pero no, la culpa la tiene la desinhibición, que es cómo llamamos a los cubatas cuándo no queremos recordar su número.

La pregunta es ¿por qué todo el mundo sabe bailar en las fiestas de empresa? Quiero decir: llegas allí y al principio está todo el mundo sonriente pero tranquilo... hasta que se abre la barra, entonces de repente parece que todos hemos salido de “Mira quién baila” y, emulando a la nietísima nos atrevemos lo mismo con un vals que con un rock and roll que con una rumba o una mazurca. Bailamos lo que nos echen, y con una maestría, oiga usted... una cosa fuera de lo normal.

Luego está lo del más que dudoso gusto musical del que todos hacemos gala en las fiestas, porque de repente nos empeñamos en escuchar canciones que NO LE GUSTAN A NADIE, pero que por algún motivo nos estimulan la capacidad de comunicarnos con los demás y, por supuesto, nuestras proverbiales aunque escasamente explotadas habilidades para el baile de salón. De este modo, en lugar de la música que escuchamos habitualmente, todos terminamos coreando cosas como “la chatunga”, “para hacer bien el amor hay que venir al sur”, “testoyamandolocamentiperonosécómotelovíadesí” o con las venas del cuello hinchadas cantando los estribillos de los villancicos esos flamencos del coro rociero “Raya Real”... que vaya usted a saber si es real o no. Y encima bailando, como si fuesemos Antonio Gades o Sara Baras, con el careto de llevar haciendolo toda la vida.

Pues sí, como una Pantoja cualquiera, hoy debo confesar que bailé y canté una canción de RUMBA TRES... pero no se lo digan a nadie, y mucho menos a mi compañero Antonio León, que es capaz de pegarse tres semanas descojonado de la risa cada vez que me vea con mi camiseta de Iron Maiden. Y es que siempre ha habido clases, porque, aunque es de sobras conocida mi admiración por los chichos y los chunguitos... RUMBA TRES es una cosa que un servidor jamás habría cantado, y mucho menos bailado, con estos andares de pato que tengo. La culpa, ya les digo, la tiene la deshinibición... porque copas, lo que se dice copas... “yo, tres copitas, tres copitas nada más... pero fijo que me sentaron mal porque se me mezclaron con las croquetas del cocktail... combinación mortal dónde las haya”.

Sean bienvenidos al programa dónde siempre es fiesta de empresa... pero sin croquetas. Sean bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO

En el programa han sonado: Eurythmics con Aretha Franklin, Talking Heads y The Rolling Stones.

Frase del día: "NO HAY RESPUESTAS INDISCRETAS, SINO PREGUNTAS INCONVENIENTES"

Video del día: SLY AND THE FAMILY STONE: Live 70's