26-12-06 Esta leche no está güena

Buenos días a todos y a todas. Menudo susto me llevé el día de nochebuena cuándo, terminando la cena, a alguien le dio por poner la tele. Resulta que enciende la tele mi hermana y de repente vi toda mi vida pasar por delante de mis narices en un instante. Dicen que eso es lo que le pasa a uno cuándo se va a morir, que de repente ve toda su vida ante sus ojos en una décima de segundo, como en una película, así que imaginense ustedes el susto que me llevé.

Resulta que acabábamos de cenar. En mi casa no se pone la tele durante la cena de nochebuena, porque en silencio es más fácil contar chistes verdes para escandalizar a mi tía Mari, que es una persona maravillosa a la que queremos mucho, pero nos gusta ver cómo se pone colorada de vez en cuándo si contamos algún chiste subido de tono, mientras mi madre no sabe dónde meterse... aunque lo hacemos con cariño, claro. Lo importante es no pasarse con el vino para mantener el control y la sutileza.

Bueno, pues después de comer, que es cuándo de repente se da uno cuenta de todo todo y todo lo que se ha metido entre pecho y espalda, y de repente empieza a sentir que su barriga se hincha como un globo, pero toda de repente (ya podía ir hinchándose gradualmente según vamos comiendo, pero no, todo a la vez y justo después del postre), bueno, pues justo en ese momento, en el que de repente dice tu madre aquello de “¿saco ya los polvorones?” y tú dices aquello de “por dios santo, Mamá, espera un rato... aunque sean diez minutos, mujer ¿no ves que parece que estamos todos embarazados?... danos vidilla” (por cierto, aprovecho para hacer pública una reivindicación familiar: “Mamá... mi hermana Bea y yo estamos dispuestos a ir a la huelga si las próximas navidades no compras turrón del blando. Y no me refiero al de yema, que también es blando... sino al blando de toda la vida, ese que es como el duro y sabe igual que el duro pero que parece que ya viene masticado. Estamos dispuestos a todo, que lo sepas. No más navidades sin turrón del blando”.

Bueno, pues justo en ese momento, en el que casi no sientes nada salvo a los langostinos peleándose con el cordero mientras se rebozan en el almíbar de la piña, justo cuándo podrías morir. Pone mi hermano la tele y sale Arévalo... y cambiamos de canal y sale Raphael... de repente sentí como si todas las navidades de mi vida pasasen por mis ojos... y es que creo que he pasado todas las nochebuenas de mi vida viendo a Arévalo y a Raphael... vamos, que si repusiesen el mismo programa de hace veinticinco años, salvo por las arrugas, ni se notaba.

Sean bienvenidos al programa en el que, salvo las arrugas, lo renovamos todo de un día para otro.

En el programa han sonado: James Brown y James Brown.

Frase del día: "LEVANTA... ME SIENTO CÓMO UNA MÁQUINA DE SEXO"

Video del día: JAMES BROWN "IT'S A MAN'S WORLD" (2 versiones distintas)