2-4-07 Los malos

Buenos días a todos y a todas. Por algún motivo, cuándo era pequeño y veía los dibujos animados, siempre me ponía de parte de los malos. Era algo extraño, pero lo normal es que “los buenos” me pareciesen siempre pedantes y repelentes.

Veía uno los dibujos del gato Silvestre y el canario ese, Piolín, y siempre tenía ganas de que el gato se zampase al canario, que además era un bicho malo, chivato, cotilla y dinamitero... pero nada, al final el pobre gato siempre terminaba despeñado, disparado, atragantado... pobrecillo.
Luego estaba el coyote, que se montaba unos inventos de padre y muy señor mío para zamparse al correcaminos, y al final, igual que el gato Silvestre, terminaba con el estómago vacío y unas cuántas cicatrices en el cuerpo y en el ánimo.

La pregunta es: ¿quién diablos se ha creido el correcaminos que es para oponerse al orden natural? El coyote no quería zamparse al correcaminos por maldad, sino porque tenía habre, leñe. En un mundo equilibrado, los correcaminos sirven de alimento a los coyotes, y el hecho de ser veloces no tendría que darles tanta ventaja... porque en un mundo equilibrado y justo, o al menos eso nos querían enseñar en la escuela, el esfuerzo tiene siempre su premio. Y el premio del coyote por su ingenio, su esfuerzo y el gasto que le suponía estar todo el día comprando productos de la marca “acme” terminaba siendo siempre acabar despeñado, aplastado por una roca, dinamitado o atropellado por un bulldozeer. Pero luego ahí seguía, el coyote, inasequible al desaliento, persiguiendo al correcaminos por el desierto por los siglos de los siglos, cómo un símbolo de la eterna lucha entre el bien y el mal, entre el hambre y el alimento... pero en este caso el alimento se escapaba... en fin... tarde o temprano, el correcaminos terminará dónde merece, en el estómago del coyote, cómo justo premio a su esfuerzo (al del coyote)...

Lo mismo pasaba con las películas, que veía uno a Batman y decía “bueno, vale, un héroe que se ha hecho a sí mismo, que ha gastado su fortuna en hacerse una bat-cueva, fabricarse un bat-móvil...” (por cierto, si el coche de batman se llama Bat-Móvil ¿cómo diablos se llama el móvil de batman?). Bueno, pero ahí estaba el tío, currándoselo, no cómo Superman, que su único mérito era ser de otro planeta, o sea, que no se lo había currado nada. Sin embargo ahí tenían ustedes a Lex Luthor, un genio del mal... un tipo cuyo esfuerzo deberia haber sido premiado con algún logro, pero ahí estaba el Superman de las narices, que le chafaba todos los planes sólo porque cómo es de otro planeta, pues tiene superpoderes, super-vista, super-velocidad, super-fuerza, super-olfato, super-oido... vamos, que sólo le faltaba tener super-hambre para que pensasemos que lo que le pasaba a Superman era que fumaba canutos.

Es por eso por lo que, ya desde pequeños nos dimos cuenta de que el esfuerzo no siempre es recompensado, por eso empezamos a desarrollar técnicas para currar lo menos posible. Total, para que luego se termine llevando el mérito cualquier otro que pasaba por allí y que simplemente estaba en el lugar preciso en el momento exacto...

En fin, sean bienvenidos al programa en el que todos somos buenos buenísimos, aunque admiremos a los malos. Sean bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO

En el programa han sonado: Otis Rush y Neil Young

Frase del día: "MARDITOH ROEDOREH"

Videos del día: THE BAND con: NEIL YOUNG "HELPLESS" y JONI MITCHELL "COYOTE"