13-11-06 Entierroadictos

Buenos días a todos y a todas. En brasil, un hombre ha confesado que es adicto a los funerales. Al parecer el tío ha acudido a todos y cada uno de los velatorios, y a todos y cada uno de los entierros que se han celebrado en su pueblo durante los últimos 20 años.

La noticia es verídica. El tipo se llama Luís Squarisi, y ha llegado incluso a abandonar su trabajo para poder desarrollar su vicio, al que se enganchó durante el entierro de su padre en 1983, que debió ser un fiestón, vamos. Y es que llegó a un punto en el que, como en su pueblo se mueren dos o tres personas por semana, pues ya no podía pedir libre en el curro para acudir a las exequias.

Lo primero que hace Squarisi por las mañanas es sintonizar la radio para averiguar si se ha muerto alguien. Pero si la radio local no dice nada, el hombre tiene un plan B: llama a los hospitales y las casas funerarias, dónde los empleados ya le conocen y se han hecho amigos suyos. De hecho, los empleados del tanarotiro de Batatais, que es el nombre de su pueblo, han declarado que no quieren que el hombre haga terapia, que les hace ilusión verle en todos los funerales.

¿Les ha sorprendido la historia? Pues no es tan rara. En España, el único espectáculo que tiene lleno asegurado son los entierros. Todos conocemos gente que lo primero que hace al abrir el periódico es mirar las esquelas, para ver si se ha muerto alguien. Y luego se pasan el día comentándolo, en plan

-Oye ¿sabes quién se ha muerto? (estas conversaciones siempre empiezan así, en plan adivinanza)

-Pues no ¿quién?

-Manolo, el de Paquita

-¿Qué Paquita?

-¿Qué Paquita va a ser, hombre? Pues Paquita...

-Ah... claro, Paquita...

-Pues por lo visto fue fulminante, oye. Estaba tan tranquilo viendo la tele y de repente, zas, ataque al corazón fulminante y se acabó. Y justo ahora que le empezaban a ir bien las cosas. No somos nadie.

-¿En qué trabajaba?

-No trabajaba. Había tenido que dejar el curro porque era adicto a los funerales. Pero ahora por fin se había hecho amigo de los currelas del tanatorio y de vez en cuándo le invitaban a café.

-Anda, qué ocupación más rara. Se ve cada cosa... en fin ¿y cuándo es el entierro?

-Pues la misa es mañana a las once y el entierro justo luego, pero si quieres podemos pasar por el tanatorio ahora mismo, que le están velando todavía.

-Pues la verdad es que pensaba ir al cine a ver “La noche de los muertos vivientes”, y en realidad no tengo ni puñetera idea de quién diablos es esa Paquita, pero si quieres que vayamos, pues vamos al tanatorio, que estas cosas son actos sociales y hay que estar.

En fin, que somos morbosos y es que somos morbosos, y qué le vamos a hacer. Sean bienvenidos a la mañana, bienvenidos a la radio, bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO.

En el programa han sonado: Iggy Pop y Lou Reed