25-4-07 Atracadores automáticos

Buenos días a todos y a todas. Tenemos la penosa obligación de darles una triste noticia, una noticia que a buen seguro les amargará la mañana, el día, el resto de la semana e incluso el resto de sus vidas. En este país ya no hay cajeros automáticos, no, ya no quedan. En este país lo que hay son atracadores automáticos, máquinas perversas, aviesas y malvadas cuya misión en el mundo es quedarse con nuestro dinero.

Me sucedió ayer, cómo a todos ustedes les sucede todos los días. Fui a lo que yo pensaba que era un cajero automático, porque tenía forma de cajero automático, un letrero que ponía “Cajero Automático” y porque cuándo le pregunté a un simpático transeunte dónde había un cajero automático me dijo “sí, sí, allí tiene usted uno”. Olía cómo un cajero automático y no lo probé, pero seguro que también sabía cómo un cajero automático.

Pues me planto en el supuesto cajero automático, meto la tarjeta y la maquinita de marras, suplantando la identidad de un cajero automático, me dice:

-Teclee su número clave de identificación personal-cosa que hice

-¿Desea sacar dinero, hacer una transferencia, o revisar el estado de su cuenta?-Le dije que sacar dinero

-¿Desea hacerlo de su cuenta corriente o de su tarjeta de crédito?-De la cuenta corriente, de la cuenta

-¿Cuánto dinero desea sacar? ¿20, 40, 60, 100 o 200 euros?-20, con veinte euros me apaño

Y va y me dice el tío “Esta operación tiene una comisión de 3'5 euros que será cargada en su cuenta por su entidad”... y se queda tan ancho.

O sea, que me cobran más de quinientas pesetas de las de antes por sacar MI dinero de un cajero automático cuyo único esfuerzo ha sido conectar telefónicamente con mi banco y darme 20 euros. O sea, que por prestarle a mi banco 20 euros me cobran la quinta parte de esa cantidad en concepto de comisión por un servicio prestado. O sea, que las leyes contra la usura, que, por cierto, en este país datan de principios del siglo XX, allá por el año 1900 y poco, no pueden hacer nada contra estas maquinitas que han suplantado a los cajeros automáticos, igual que en “La invasión de los ultracuerpos” con el único objetivo de quedarse con nuestro dinero de forma impune y desvergonzada.

Y luego, cuándo te quejas, te dicen “no, pero por lo menos el cajero te avisa de que te va a cobrar una comisión, que antes ni siquiera te avisaban”. No te fastidia, y cuándo un tío te pone un cuchillo en la garganta y te dice aquello de “Esto es un atraco. La pasta, dame la pasta, tronco, que estoy mu loco” también te está avisando. Pero cómo estés en un pueblo perdido de la sierra y necesites dinero para un paquete de tabaco o tomarte una cerveza, o te dejas atracar o te dejas atracar, sí o sí.

Lo dicho, en este país ya no hay cajeros automáticos, lo que hay son “atracadores automáticos” que son los encargados de sacarse un sobresueldo para que al final seamos los usuarios los que paguemos el famoso impuesto a la banca... cómo de costumbre.

Sean bienvenidos al programa que es más pobre que las ratas. Sean bienvenidos a “EL CANTO DEL GALLO” automático.

En el programa han sonado: Drive by truckers y The Eagles

Frase del día: "A UN HOMBRE LE DIJERON "TU MUJER TE ENGAÑA CON TU MEJOR AMIGO"... Y EL TÍO MATÓ AL PERRO"

Video del día: SLADE "COZ I LUV U"