9-5-07 Misterios sin resolver (I)
Buenos días a todos y a todas. El otro día le regalamos un bolso a mi madre, porque le han salido dos o tres bodas este mes y necesitaba ampliar un poco el fondo de armario en lo que a complementos se refiere. Y es que a todo el mundo le da por casarse en mayo, y lo que es peor, a todo el mundo le da por invitarte a su boda, lo que, sin duda, constituye uno de los más importantes factores de endeudamiento de los españoles y del desequilibrio de la balanza de pagos, porque vamos, te invitan a una boda y te han hecho polvo, pero es que te invitan a tres y ya puedes irte preparando para pedir una segunda hipoteca. Pero de esto ya hablamos en su día y seguramente volvamos a hablar en otra ocasión, hoy de lo que toca hablar es de los bolsos, y no de todos, sino de esa rara y exótica especie que son los bolsos de las bodas.
Resulta que va uno a una boda y se pone a mirar bolsos y es cómo para alucinar más que si te zampas una tortilla de setas en mal estado (o en buen estado, según los casos). El bolso de la prima de la novia resulta que tiene el tamaño de un paquete de tabaco... no más, un paquete de tabaco justito. Bueno pues resulta que lo abre, precisamente para buscar tabaco... y no lo encuentra, porque empieza a sacar cosas: el pintalabios, la sombra de ojos, las llaves del coche, el eyeliner, un martillo marca acme por si las moscas, el sobre con la manzana para los novios, un spray antiagresiones, un ejemplar de “La insoportable levedad del ser” por si le aburre el sermón, el periódico del día, el móvil del curro, el móvil particular, una cámara de fotos y el último número de cosmopólitan... y encima dice “Pues no sé en qué bolsillo he podido meter el jodío tabaco, que no lo encuentro”...
¿De qué están hechos los bolsos de las bodas? ¿De agujero negro? Vamos a ver... si el bolso tiene el tamaño de un paquete de tabaco ¿cómo es posible que dentro quepa el Mato Grosso, la selva negra, el mar rojo, la pimpinela escarlata y el desierto de Gobi? Pues sí, resulta que caben... y resulta incomprensible, porque, o el bolso está hecho de un material desconocido aún por la ciencia pero dominado a la perfección por Vittorio y Luchino o Gucci, o las mujeres tienen una capacidad impresionante para comprimir hasta el infinito todas las cosas que pueden llegar a meter en un bolso... cosa que tampoco nos extrañaría, teniendo en cuenta que las mujeres (sobre todo mi madre) tienen miles de capacidades impresionantes para conseguir casi cualquier cosa.
Sin embargo mira uno en la puerta, que es dónde están todos los hombres que han sido invitados a la boda y que no han entrado siquiera en la iglesia, y averigua enseguida dónde estaba el tabaco... lo tienen ellos... y se lo están fumando.
Sean bienvenidos al programa en el que también cabe casi de todo, y miren que tenemos que comprimirlo hasta casi el infinito. Sean bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO.
En el programa han sonado: The Cure y Deep Purple
Frase del día: "LA PEREZA ES LA MADRE DE TODOS LOS VICIOS... Y COMO MADRE MERECE UN POCO DE RESPETO ¿NO?"
Videos del día: ROSE TATTOO "ASTRA WALLY", "BAD BOY FOR LOVE" y "NICE BOYS"
3 Comments:
Pues yo debo ser tonta y un poco más, porque a mi me pasa lo contrario que a la protagonista de tu relato... me puedo comprar el bolso más grande (para una boda, ya sabe...) que no me cabe ni las llaves de casa (y se lo puede decir Marian que hemos compartido algunas bodas...) algo aquí no funciona conmigo...
me parto de risa con tus texto amiguete...es así d divertido en la vida real???
Besos!
Yo no llevo ni la mitad de lo que lleva tu madre en el bolso.. Primero porque no fumo y segundo porque intento poner lo menos posible para que después pueda tener cualquier cosa de mi bolso a mano.
Pero me ha hecho mucha gracia como describes todo lo que tiene que ver con el mundo de los bolsos y la mujer!!
A por cierto.. la Cosmopolitan, es una KK eh!! Seguro que lo has leído jaja..
Besis!
Belén jajajaja, no es que sea algo generalizado, pero sí que es verdad que alguna vez he visto un bolso de ínfimo tamaño del que empezaban a salir cosas increibles. Vamos, que parecía el bolso de Mary Poppins. Dale un besazo a Marian y a Gonzalo cuándo les veas, y a ver si es verdad que encontramos un sitio para tocar en Zaragoza, eh ;-). Me alegra mucho que te gusten mis textos. En la vida real me gusta reirme de todo también, de mí mismo el primero. No sé si soy divertido, pero al menos yo me lo paso bien jejeje
Monik, no hablaba de mi madre jaja... ella es muy sencilla, aunque, cómo todo el mundo, esclava de las convenciones sociales. La pobre estaba preocupadísima porque no tenía bolso... y cuándo abrió el regalo y vio el bolso se emocionó y todo, pero nosotros le decíamos "¿pero para qué quieres ese bolso tan chiquitín, si no te caben ni las llaves?". En fin, el texto no deja de ser una especie de caricatura, no tanto un retrato de la realidad. Me gusta reirme de lo que sucede si llevas las cosas al límite (algo parecido a lo que decía valle inclán de los espejos deformantes, pero sin aspiraciones literarias jajajaja)
Lo de las revistas femeninas tiene otro monólogo, fijo. Tengo que ponerme con ello jejejeje
Besos muchos. Gracias por estar ahí.
JC
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