5-7-07 Er Sunami

Buenos días a todos y a todas. “Mi mandíbula se niega a seguir en la lucha, amigos míos, por eso me veo obligado a retirarme de este mundo que tantas satisfacciones me ha dado”, esas han sido las últimas palabras públicas del japonés Takeru Kobayashi, alias “El tsunami”, campeón mundial de comer perritos calientes.

Al parecer, este buen hombre, conocido por ser el tipo que más perritos calientes es capaz de comerse en menos tiempo en el mundo, tiene que dejar el mundo de la competición profesional ya que necesita descanso, resulta que el bueno de Takeru sufre de una artritis de mandíbula causada por su entrenamiento intensivo. La cosa no es para tomarsela a coña, porque este buen hombre, otrora célebre por poder abrir la boca para zamparse cuatro y hasta cinco perritos calientes, ahora está condenado a no poder abrirla más que un poquito, vamos, que el ketchup va a tener que tomarlo con pajita. Pobre hombre, y con sólo 29 años. Eso sí, que le quiten lo bailao, o lo comido, más bien.

Qué triste final para un joven emprendedor que dedicó su vida a superarse a sí mismo, que creyó en un sueño y luchó por él incluso en contra de los deseos y la opinión de su familia, que seguramente querían que fuese ingeniero o que, en todo caso, se dedicase profesionalmente al lanzamiento de pipos de cereza, deporte para el que no es necesario abrir mucho la boca. Pero no, este gran hombre luchó toda su vida para llegar hasta dónde está, en lo más alto, en la cima, en el techo del mundo, tras conseguir el año pasado meterse entre pecho y espalda 53 perritos calientes y tres cuartos en sólo 12 minutos.

La cosa es que, además, Takeru Kobayasi, del que nos declaramos fans desde ya, no está gordito, sino más bien flaco y fibroso, consecuencia sin duda del agotador entrenamiento al que solía someterse, comiendo perritos sin parar desde que se levantaba hasta que se acostaba... comía tantos perritos calientes que a veces incluso se le quedaban fríos, pero el hombre, poseido por un espíritu de superación poco común, inasequible al desaliento, continuaba comiento y gritando entre bocado y bocado “¡¡¡más salchichas, más salchichas!!!”, al más puro estilo de la escuela de Frankfurt, y claro, tanto va el cántaro a la fuente que... al final el pobre hombre se ha cargado la mandíbula, y ya no podrá practicar ni siquiera sus otras dos especialidades, comer bolas de arroz antes que nadie y zamparse tantos sesos de buey cómo pueda, competiciones que también están en boga últimamente y en las que Kobayasi estaba considerado una de las figuras mundiales.

En fin, una historia más de superación personal frustrada por lo injusto de las circunstancias... otro gigante con los pies de barro, otro jóven que no llega a realizarse por culpa del sistema... otro sueño que se rompe por culpa de una simple artritis de mandíbula... ¿quién va ahora a comerse todos esos perritos calientes?... qué lástima, qué pena, qué congoja...

Sean bienvenidos al programa en el que, si hay que hacer un esfuerzo, haremos un esfuerzo y nos zamparemos todos esos perritos, ya que el pobre japonés no puede. Sean bienvenidos a EL CANTO DEL GALLO

En el programa han sonado: Grand Funk Railroad y Rory Gallagher

Frase del día: "SI UN CABLE SE PUEDE CONECTAR DE DOS FORMAS, LA PRIMERA SIEMPRE PROVOCARÁ UN CORTOCIRCUITO"

Videos del día: THE SUPREMES "LIVE IN HOLLAND"